ESTADOS UNIDOS EN SUS ÚLTIMOS 200 AÑOS

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A finales del siglo XVIII, exactamente hacia 1775 comenzó una guerra por la independencia, entre británicos y colonos, que desencadenaría numerosas muertes entre ambos bandos.

Durante ese año, los colonos establecieron un comité donde crearían un documento expresando la decisión de separarse de Gran Bretaña. Finalmente, mediante el documento redactado por Thomas Jefferson, se declaró la independencia el 4 de julio de 1776. 

En 1783, las 13 colonias originales se convirtieron oficialmente en los Estados Unidos de América. En ese momento cada estado tenía su propia moneda, ejército, marina de guerra y el comercio, lo que dejaba a América como una nación de 13 países. 

Más adelante, en 1787, se ratificó la Constitución de los Estados Unidos y se creó así un Estado central con tres poderes independientes que garantizaba las libertades fundamentales personales y colectivas de todos los ciudadanos estadounidenses. 

El 30 de abril de 1789 se designó al primer presidente de los Estados Unidos de América, George Washington, el cual fue muy respetado. 

Durante los primeros veinte años de su existencia, los Estados Unidos, se mantuvo neutral aunque mantenía relaciones amistosas con todas las naciones. Sin embargo, debido a la Guerra de 1812, Estados Unidos entró en guerra con Gran Bretaña. La guerra culminó en 1815 con el Tratado de Gante.

Estado Unidos fue creciendo económica y territorialmente con el paso de los años. Sin embargo, el crecimiento del país acentuaba más las diferencias entre los diferentes estados. Las diferencia entre Norte y Sur llevó a la Guerra Civil  la cual fue ganada por el Norte.

Pasado ya el siglo XIX nos adentramos en el siglo XX con la Primera Guerra Mundial. En un primer momento Estados Unidos se mostró neutral pero finalmente la guerra le afectó y acabó participando en ella. Finalmente, se firmó una tregua en el Palacio de Versalles en Francia.

Después de la guerra, Estados Unidos se enfrentó a una serie de problemas pero a pesar de todo el país disfrutó de un breve período de prosperidad, el cual se llamaría los "locos años 20". 

A finales de la década, en el año 1929, se produciría un 23 de octubre el llamado martes negro. Este suceso comenzaría la época conocida como la Gran Depresión.

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Con el país en graves problemas, el presidente Roosevelt propuso un "New Deal" para intentar acabar con esta etapa. Aunque los problemas de New Deal mejoraron ligeramente la economía, no fue hasta el rearme de la Segunda Guerra Mundial que se recuperaron de de esa gran deflación.

En un primer momento, Estados Unidos se mostró neutral mientras que Alemania, Italia y Japón atacaban otros países. No participó  hasta cuando en diciembre de 1941 Japón atacó la base naval de Pearl Harbor en Hawaii.

Ya con la guerra casi con concluida, el presidente de los EE.UU Harry S.Truman consideró lanzar el primer ataque nuclear del mundo, en Hiroshima y Nagasaki. Así, la guerra terminaría en 1945.

Tras la Segunda Guerra Mundial, surgen las diferencias entre Estados Unidos y Rusia pues ambas querían establecer gobiernos que fuesen favorables a sus intereses en Europa. Se conoce este período de desacuerdo como la Guerra Fría.

Gran parte de Europa estaba en ruinas después de la Segunda Guerra Mundial y  Estados Unidos afrontaba con miedo que la debilidad económica de la posguerra aumentara la popularidad del comunismo. Para evitarlo, Estados Unidos ofreció a los países europeos, incluida la Unión Soviética, grandes sumas de dinero para ayudar a reconstruirse: Plan Marshall.

Debido a esta Guerra Fría, Estados Unidos participó en varias guerras: la Guerra de Corea y la Guerra de Vietnam.

Con la llegada del nuevo milenio, el presidente George W.Bush pretendía centrar sus esfuerzos en mejorar la educación, el sistema de Seguridad Social y la economía de los Estados Unidos. Sin embargo, todo esto cambió debido al ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001.

El presidente Bush declaró la guerra contra el terrorismo en todo el mundo y envió tropas de Estados Unidos a Afganistán e Irak. Inicialmente tuvo la aprobación del pueblo estadounidense a nivel nacional, pero al prolongarse la guerra el pueblo comenzó a estar cada vez más incómodo con sus políticas.

En 2008, Barack Obama fue elegido como presidente, el pimer afroamericano en el cargo. En su cargo como presidente, Obama se centró en la mejora de la peor recesión económica que ha conocido el pueblo americano desde la Gran Depresión en 1930.